Voces Wayuu: Construyendo juntos la sostenibilidad de las Comunidades Energéticas

Recientemente tuve la oportunidad de visitar dos de las primeras 80 comunidades energéticas inauguradas en diciembre de 2024 en Uribia, La Guajira. Fue muy motivador vivir esta experiencia de primera mano, ver el modo en el que la energía empieza a transformar vidas y conocer la perspectiva de los miembros de la comunidad sobre una nueva visión de futuro colaborando y aprovechando la energía para su desarrollo.
Fue muy grato oír a las mujeres de la comunidad comentando sobre cómo han podido aumentar su producción de mochilas y mencionar que gracias a la iluminación ya no deben esforzar la vista para tejer en las horas de la tarde o la luz de la vela, lo que les permitirá evitar la disminución de la vista a temprana edad como ha pasado a muchas de sus colegas. Así mismo, escuchar los beneficios de una licuadora, un artefacto que para muchos de nosotros es cotidiano, pero que en el contexto Wayuu lleva a cambios importantes. Las madres comunitarias pueden ahora preparar mejores jugos sin lastimarse las manos al tener que rayar y macerar la fruta, y las comunidades pueden hacer sus remedios tradicionales en casa, sin necesidad de viajar a Uribia para usar una licuadora prestada.
Los niños y niñas de las comunidades también se benefician. Me contaron cómo pueden usar el internet en dispositivos móviles para investigar para sus tareas, acceder a recursos didácticos y entretenerse sin tener que pedir a sus familiares que carguen sus aparatos en algún viaje esporádico a un punto con electricidad. Sus escuelas también reciben energía, lo que les ha permitido poder tener un ventilador para hacer más llevaderas las clases en el calor del desierto y los pone a soñar con poder acceder a nuevos recursos y prácticas educativas con computadores, proyectores y otras facilidades que les permitirán entender mejor los temas de sus asignaturas y conocer un poco más del mundo que les rodea.
Algunos negocios también se empiezan a fortalecer y otros empiezan a soñar con nuevos emprendimientos. Don Luís, un tendero de la zona que solía utilizar la limitada capacidad de una pequeña planta de electricidad a gasolina para ofrecer servicios en su tienda, ahora se siente orgulloso de no contaminar mientras que ha podido mejorar los servicios que brinda y gracias a esto ha visto sus ventas crecer. También hay muchos futuros emprendedores que empiezan a pensar en la venta de hielo, el ofrecer servicios como peluquería y esparcimiento a su comunidad y grupos vecinos e incluso el empezar a explorar cómo pueden utilizar la electricidad para hacer posibles sistemas de microgoteo para sus pequeñas pero bien cuidadas huertas comunitarias.
Haciendo el cambio una realidad sostenible en el tiempo
Las voces de las mujeres, los jóvenes y los líderes comunitarios están llenas de esperanza. Son conscientes de que este nuevo acceso a la energía ni es gratuito ni viene libre de responsabilidades para que estos proyectos perduren en el tiempo. Veníamos preparados para escucharlas, pero nada nos preparó mejor que el contacto directo con la realidad.
La mayor muestra de la corresponsabilidad que estas comunidades están mostrando en este momento inicial es la precaución en el manejo de la energía y el cuidado de sus Miichi Ka’i, o Casas del Sol, en Wayunaiki, como con cariño llaman a estas soluciones comunitarias de energía. Esta corresponsabilidad también se hace evidente en muchas de las preguntas que aún tienen sobre la infraestructura recién inaugurada y su rol en el sostenimiento de estas soluciones.
Los representantes de la comunidad están muy interesados en hacer realidad la visión de las comunidades energéticas y por medio de la colaboración comunitaria y la acción de emprendedores en la comunidad para ser agentes de un cambio sostenible en su cotidianidad. Sin embargo, para llevar estos planes a la realidad estás comunidades necesitan información clara, apoyo inicial y oportunidades a futuro.
Las comunidades piden que se les explique claramente el tiempo qué estas soluciones estarán bajo el cuidado de las empresas contratistas que las construyeron, cómo será entregada oficialmente la solución, información clara sobre las piezas del sistema y sus garantías. Consideran que esta información es clave para poder definir sus esquemas comunitarios de administración y asignar roles y responsabilidades dentro de la comunidad. Así mismo, quieren comprender la capacidad de las Miichi Ka’i tanto para poder hacer un uso responsable de energía, como para poder tomar decisiones sobre cómo sobre la viabilidad de las posibilidades de negocio e identificar los proyectos de beneficio comunitario en los que podrían invertir alrededor de sus escuelas, enramadas, huertas e instalaciones deportivas. Una lideresa nos hizo claro este punto al comentarnos “Necesitamos saber la capacidad de la Miichi Ka’i, los costos de la energía y nuestro rol en hacerla sostenible para poder ver si nos metemos en comprar un freezer para ofrecer hielo y otros bienes refrigerados. Sin estas claridades, nos es difícil invertir”.
Así mismo, las comunidades expresan la importancia de contar con capacitación técnica para sus jóvenes que les permita involucrarse activamente en la gestión de la comunidad energética y ojalá, a partir de esta experiencia, poder iniciar negocios alrededor de las energías renovables. Ahora bien, las comunidades son conscientes de que no sólo bastará la formación técnica de algunos de sus miembros, también anhelan tener acceso a capacitaciones prácticas y que respondan a su cotidianidad para poder gestionar activamente estas soluciones a futuro.
Finalmente, los representantes de las comunidades también destacaron la importancia de contar con el apoyo de agencias públicas locales y nacionales, actores privados y organizaciones sociales que los apoyen en sus propios procesos de emprendimiento, en el fortalecimiento de sus organizaciones y en la búsqueda de oportunidades para comercializar sus productos, producir nuevas cosas y ofrecer nuevos servicios. Para mi fue muy gratificante oír sus ideas y cómo sueñan con llevarlas a la realidad, mientras reconocen que apoyos concretos y enfocados en sus necesidades pueden hacer un cambio significativo.
El camino hacia comunidades energéticas sostenibles
El acceso a la energía es solo el primer paso. Su sostenibilidad depende de la articulación entre comunidades, sector público y privado, academia y organizaciones de apoyo. Para fortalecer el liderazgo Wayuu en su desarrollo energético, seguiremos aprendiendo de sus experiencias, adaptando soluciones y promoviendo su autonomía.
Al despedirme de las comunidades quedamos con compromisos claros. En los siguientes meses trabajaremos para acompañarlos en su proceso de conformación como comunidades energéticas.
Co-crearemos con ellos este proceso de acompañamiento para responder a sus dudas y necesidades. Para esto utilizaremos las capacidades de los socios en el proyecto: Universidad de la Guajira, El Semillero de Transición Energética de la Universidad del Magdalena, Consultores SER, como las capacidades institucionalesdel Instituto de Planificación de Soluciones Energéticas para Zonas no Interconectadas (IPSE) y El Ministerio de Minas y Energía. También esperamos continuar facilitando un proceso territorial de articulación de esfuerzos en torno al apoyo de las comunidades energéticas, construyendo sobre un primer taller regional que organizamos, identificando acciones concretas de colaboración para la acción colectiva, y compartiendo lecciones del proceso.
Si te interesa conocer más o formar parte de esta iniciativa no dudes en contactarnos en LinkedIn o X.
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